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lunes, 1 de agosto de 2016

Entrevista al concejal rosarino Pedro Salinas

   El día jueves a la noche habíamos terminado por concretar que el encuentro se iba a llevar a cabo al día siguiente a eso de las 18 horas. Pedro, me había dicho que no sabía dónde se iba a encontrar y a continuación me pasó dos direcciones. Me pidió que a las tres de la tarde del viernes le hable para confirmar a cuál de estas debía ir; y eso fue lo que hice.
    No soy una persona puntual, pero la emoción era tanta ese día que salí media hora antes de mi casa para llegar a horario. Cabe aclarar que su casa, el lugar de encuentro, queda a sólo ocho cuadras de la mía.  Me pareció “poco profesional” llegar a la entrevista más de veinte minutos antes, asique comencé a dar algunas vueltas a la manzana, no sólo por una cuestión de horario sino para calmar mis nervios.
    A las seis en punto me encontraba en la puerta de su casa. Vive en un edificio lindo del macrocentro de la ciudad. Cuando apareció detrás de una reja, mis inseguridades desaparecieron por completo. Pensé: “Tiene un par de años más que yo, no puede ser para tanto”.
    Si bien ya nos habíamos presentado por el famoso chat Whatsapp, sentí la necesidad de volver a hacer esta formalidad a la hora de saludarnos. Desde la puerta del edificio, hasta entrar a su departamento fuimos hablando sobre el trabajo que se me había asignado y sobre el primer año de la carrera de Comunicación Social. Él se mostraba muy relajado y esto me dio el pie a mí para también hacerlo.
     El concejal rosarino vive en un departamento chico, sin lujos ni ostentaciones. Al entrar, observé un sillón, una mesa de madera con dos sillas, la cocina y muchos libros. 
       Me preguntó si tomaba mate. Le dije que sí y comenzó a prepararlo. La  entrevista se dio en este marco. Más que una secuencia de preguntas y respuestas, fue como una charla. Tomábamos mate, él fumaba. De pronto sentí como si hubiese estado en la casa de cualquiera de mis amigos. Me sentía muy cómoda.
       Al ser  una charla, tuve la oportunidad de preguntar muchas más cosas que las que tenía planeadas. Fue por esto, que el encuentro duro  poco menos de una hora. Durante ese tiempo, grabé con una grabadora todo el dialogo.

       Salinas siempre respondió con mucho respeto a mis preguntas y siempre de manera muy desarrollada, con mucha información. Si hacía falta aclarar algo, lo hacía. Además, me recomendaba que lea tal o cual nota o noticia sobre algún tema específico. Me trató como si fuese una profesional de la comunicación entrevistándolo para algún medio importante.




-          ¿Qué significó para vos el Triple Crimen?
-          “Fue el momento más difícil que nos tocó atravesar en nuestras vidas. Más allá de que Jere, “Mono” y “Paton” eran compañeros nuestros, a su vez, también, eran amigos. Nosotros con ellos compartíamos todo: desde jugar a la pelota, a salir los fines de semana, la militancia y todo lo que tenga que ver con un proyecto vital.
  La verdad que fue muy duro, no sólo por lo obvio del asesinato, sino, fundamentalmente, por lo que dijeron los medios inmediatamente después: de que esto había sido un ajuste de cuentas en una guerra de la barra de Newell´s, de que eran soldaditos de una banda narco, en fin. No lográbamos caer a cuentas de por qué habían asesinado a los pibes, que debíamos salir a tratar de explicarle a todo el mundo de que eso que decían era mentira.
 Pero, también, creó que sirvió a la sociedad rosarina en su conjunto para poder visibilizar un problema que está profundamente acallado y que tiene que ver con la penetración del narcotráfico en los barrios periféricos y sobre todo, el amparo policial que se les brinda para que estas bandas se constituyan y prosperen.”
-          El año pasado, en la entrega de diplomas a aquellos que habían ganado las elecciones en los cargos legislativos y ejecutivos, te encontraste con alguien significativo en el caso del Triple Crimen, el juez Daniel Acosta. Le entregaste el libro que contaba la historia de “los pibes” (Jere, “Mono” y “Paton”) y le dijiste: “te equivocaste muy feo”. ¿Cómo fue que te enteraste que él iba a estar ahí y cómo surgió la idea de llevarle el libro? ¿Sentís que fue un signo de desahogo no solo tuyo sino de todos los que pedían justicia por este crimen durante tantos años?
-          “Eso fue muy raro y mucho más espontaneo de lo que generalmente los periodistas y compañeros nos preguntaban. Nosotros debíamos haber sabido que Daniel Acosta integraba el Tribunal Electoral e iba a estar en esa ceremonia de entrega de diplomas a los concejales electos, básicamente porque la lectura de la sentencia de segunda instancia del Triple Crimen de Villa Moreno se retrasó algunas semanas porque Daniel Acosta estaba en el Tribunal por los ruidos y confusiones que hubo en las elecciones.
  En Santa Fe, cuando estamos entrando al teatro con Juan y con Caren, yo lo veo que pasa por el escenario a Falistocco, en aquel entonces presidente de la Corte Suprema de la provincia y hoy Ministro de la Corte. Cuando lo veo digo “Bueno acá va a estar Daniel Acosta”.
  Rápidamente, con los compañeros del bloque dijimos “Hay que hacer algo”. Pensé “Qué lástima que no traje el libro: “Soldaditos de nadie””. Junto con nosotros había ido una compañera que labura en el Consejo que justo tiene familia en Santa Fe. La llamó a la madre y le pidió que le lleve el libro. De hecho, ya había empezado la ceremonia y justo cuando el presentador dice “departamento Rosario”, llega la madre de la compañera y me da el libro.
 Además de haber sido un gesto de desahogo muy grande en lo personal, creó que también fue no una satisfacción pero por lo menos una caricia a todos los casos similares que hay, que peregrinan en tribunales pidiendo justicia”.
-          Por esto que pasó con el Triple Crimen es por lo que impulsas como objetivo principal en el consejo la Ley General de Victimas que además está inspirada en una ley mexicana y una colombiana. ¿En qué consiste esta ley?
-          “En realidad, por una cuestión de rango jurídico-normativo, lo que imputamos nosotros no es una ley sino que es un proyecto de ordenanza que se llama “Unidad de Empoderamiento de Victimas”. Lo que intenta esta ordenanza es que se cree una nueva institucionalidad para abordar lo que nosotros entendemos como una nueva dimensión de la demanda ciudadana: que el Estado reaccione inmediatamente y a dos tiempos. Una primera respuesta ágil e inmediata cuando se da un hecho de homicidio. Por ejemplo, nosotros cuando nos asesinaron a los pibes, tuvimos que ir casa por casa pidiendo una moneda para pagar el entierro de los chicos. Eso, el Estado, hoy por hoy, no te lo habilita inmediatamente. Entonces, desde algo tan sencillo como comprar un cajón para poder velar a tu deudo hasta la primera asistencia psicológica, médica, económica. Y después, una respuesta más a largo plazo que tiene que ver con la posibilidad de  confeccionar lo que nosotros llamamos una estrategia integral de empoderamiento que abarca desde la posibilidad que el Estado acompañe en todo el proceso judicial, es decir, que haya un abogado del Estado o varios que puedan acompañar en todo ese proceso, en salud integral, en materia de vivienda, etc. Muchas veces pasa que no queda más alternativa que ir todos los días al tribunal a pelear por justicia y pierden sus trabajos. La idea es que el Estado pueda rehabilitar a la víctima a la situación anterior a sufrir el hecho de victimización para que no se re-victimice.”
-          Con respecto al consejo, el año pasado desde Ciudad Futura se realizó una gran campaña que los dejo como la tercera fuerza de la ciudad, ¿Esperaban esto? Hace dos años, ¿Te veías como concejal? ¿Crees que es posible frente a este panorama que Ciudad Futura gobierne Rosario para el 2019?
-          “Hace dos años, la verdad que no. En la campaña del 2015 de las primarias, tampoco lo esperaba sinceramente. Pero cuando en estas terminamos con 25.100 votos, que fue prácticamente el número que necesitábamos en la general para que entre Juan, ahí ya si nos propusimos el objetivo de meter dos, “podemos tener un bloque”. Por eso, salimos a militar la campaña desde las primarias hacia las generales. Nunca pensamos que podíamos meter tres. De hecho, ese 14 de Junio fue inolvidable por eso. De no tener representación parlamentaria, pasar a tener un bloque de tres concejales y ser la tercera fuerza en la ciudad de Rosario, fue inesperado.
 Creo que al 2019 hay que llegar planteando una alternativa de gobierno para la ciudad de Rosario que muy probablemente no sea sólo Ciudad Futura. Hay que pensar generando una confluencia entre lo mejor de cada tradición política, sin hacer una bolsa de gatos. Pero definitivamente pienso que en 2019 tenemos que ser gobierno en la ciudad.”
-          Desde su bloque se presentaron 71 proyectos en el consejo. ¿Pensas que los medios de comunicación hacen una buena cobertura de los proyectos que ustedes lanzaron en el consejo?
-          “Me parece que los medios informan mediocremente lo que pasa en el Consejo y creo que se podría hacer mucho mejor. De hecho, ayer hubo un informe muy antojadizo en “De 12 a 14”. El periodista Sergio Roulier hace una columnita todos los miércoles sobre qué hacen nuestros diputados nacionales, qué hacen nuestros diputados provinciales y justamente, ayer tocó el turno de qué hacen nuestros concejales. El informe de Roulier tiene que ver con quién pasa la información, con presidencia del Concejo, con un montón de intereses que están vinculados y que inclusive en temas puntuales se ven y de forma muy obscena. Además, el conflicto del Tambo de la Resistencia y cómo lo manejó el diario “La Capital” fue realmente obsceno. En este sentido, yo creo que se podría hacer una cobertura muchísimo mejor y con muchísima más trasparencia. Lo cierto es que hay medios locales que  tienen intereses empresariales que están muy vinculados  a algunos sectores de la corporación política.
  Nosotros acá tenemos dos posibilidades: o quedarnos denunciando a los medios de comunicación, o construir nuestros propios medios y nuestra propia forma de comunicar a la ciudadanía. Elegimos la segunda. Estamos buscando distintas formas de que llegue lo que nosotros hacemos y, fundamentalmente, de que llegue lo que pasa en el Consejo a la gente.”
-          Otro proyecto que tienen ustedes es la Misión Anti Inflación, que  surge para evitar los intermediarios en las compras. ¿Podrías contarnos de qué se trata esta “misión”? ¿Puede ser en este contexto Nacional de tarifazos y despidos se haya incrementado el número de gente que compra de esta manera?
-          “El proyecto de la misión tiene ya dos años. Eso me parece que es importante y que está bueno recalcarlo porque es un proyecto, como muchísimos otros de Ciudad Futura, que se empezaron a hacer sin tener ninguna presencia en el Estado y cuya idea primordial era algo que nosotros advertimos como muy dañino: jurisdiccionalizar la política, es decir, por ejemplo: la cuestión de la inflación en materia de jurisdicción propiamente es competencia del gobierno Nacional porque es este quien tiene la potestad de generar o de construir determinadas variables macroeconómicas que hagan un modelo económico que  determine que haya más inflación, menos inflación, etc. De hecho, cuando se le pregunta a Mónica Fein o a cualquier intendente, qué hacer con la inflación, contestan que es un problema del gobierno Nacional. Nosotros dijimos: “No, es un problema del modelo económico, de las variables macroeconómicas pero con voluntad y con creatividad política se pueden hacer muchas cosas”.
  Básicamente tiene que ver con organizar a los dos eslabones de los extremos de la cadena. Por un lado, los pequeños y medianos productores y por el otro, los consumidores.
  Para consumir en la “Misión Anti Inflación” se hace por círculos, cada círculo reúne a cinco familias. De esas, hay uno que es el coordinador de ese círculo. Las cinco familias en una semana, con un formato web, hacen el pedido vía Internet, hacen el depósito y ese sábado va uno del círculo a buscar  todo el pedido y lo distribuye.
  El contexto de tarifazos, de devaluación, de despidos, etc, te juega dos planos: si bien eso hace que la “gran misión” sea más  atractiva, en términos de ahorro, de alguna manera, también, lo que te determina es que tenes que tener el volumen dinerario para hacer la compra mensual. Entonces es como que te estratifican de los dos sentidos. Pero sí, ha crecido la cantidad de consumidores en virtud de las decisiones macroeconómicas deplorables que se han tomado desde este nuevo gobierno.
  Es una experiencia súper exitosa y que ojalá prospere. Es una de las iniciativas más importantes de Ciudad Futura, sin dudas.”
-          Ya que estamos con el tema del gobierno Nacional, el pasado Día de la Bandera, la gente se encontró con algo que nunca había pasado: llegaba al Monumento y este se encontraba todo vallado, no se podía entrar si no tenías invitación, y las personas que se manifestaron en contra de las nuevas medidas del gobierno Nacional fueron reprimidas por gendarmería. Ustedes estuvieron en esas manifestaciones, ¿Cómo fue esa experiencia y por qué pensas que el Monumento estaba vallado y con tanta seguridad?
-          “Fue una experiencia muy fea y muy rara a la vez. Nos llegó la invitación al bloque. Dijimos que de ninguna manera íbamos a participar de un acto patrio sin su gente. Era un acto patrio excluyente y exclusivo. No queríamos ser parte de eso y además, teníamos un  compromiso con la multisectorial de hacer una movilización contra los tarifazos aprovechando que iba a estar Macri en el Monumento a la Bandera para expresar el malestar y la necesidad de revertir estas políticas de aumento desmedido en las tarifas de los servicios públicos.
  Cuando la movilización llega a Córdoba y Laprida nos encontramos con algo que a nosotros, como militantes que hemos estado en infinidades de marchas, intentábamos violentar la memoria y no encontrábamos una imagen similar en la ciudad de Rosario. Carros hidrantes apuntando a un grupo de manifestantes, cordones de gendarmería por donde uno mire, vallas por todos lados. La verdad que era una situación y una imagen por demás de violenta. Después, sobrevinieron todos los hechos de gendarmería reprimiendo, le pegaron a un concejal, Eduardo Toniolli. La verdad que eso fue muy lastimoso y muy triste.
  Me parece que ese es el protocolo del nuevo gobierno Nacional en todos los actos. Se hizo el 20 de Junio, el 9 de Julio, 25 de Mayo. En todos los actos importantes y que la sociedad se moviliza, hasta ahora, todos tuvieron este protocolo de exclusividad. Me parece, además, que es un gobierno que no tiene interés o que no ha podido generar un dialogo, un acercamiento con toda la ciudadanía, sino que está muy arraigado en un único sector, el más privilegiado, el más poderoso. Da claras muestras de que gobierna para ese único sector. Creo, por otro lado, que es un fuerte temor, obviamente, a cualquier tipo de manifestación que interpele las políticas de gobierno que se están  tomando. Nos parece lastimoso, también, que el Gobierno Municipal y Provincial hayan avalado la posibilidad de que un acto como ese y que un espacio como el Monumento a la Bandera se encuentre vallado y militarizado. La verdad que fue triste.”
-          Esta semana se presentó la página sobre Cuentas Claras, ¿De dónde surge esta idea y por qué la necesidad de esta transparencia? ¿Tiene que ver con lo que se habla actualmente en los medios masivos de comunicación de que “la política siempre es corrupta”? ¿Es una forma de separase de esto y mostrar que hay otra manera de hacer política?
-          “Sí. Tiene que ver con eso y con varias cuestiones. Lo primero que nos planteamos desde Ciudad Futura, más que la cuestión dineraria, lo que quisimos es transparentar la política para acercarla a la gente común. “Cuentas Claras” es mostrar todo lo que hacemos y, fundamentalmente, cómo lo hacemos.
 Todos los concejales del bloque donamos el 70% del sueldo al instrumento político, es decir, ponemos en valor el pilar de la construcción que para nosotros que es la autonomía. Primero, nosotros no podríamos cobrar el sueldo entero. El sueldo de un concejal es $58.000. En Ciudad Futura, un concejal cobra exactamente lo mismo que un asesor. Se puede hacer política de forma muy noble y sin ser corrupto. Podes hacer política y vivir de la misma manera que vivías antes de entrar al Estado. Una cuestión fundamental era comunicarle a la ciudadanía que nosotros seguimos viviendo igual a como vivíamos antes de ser concejales. Por otro lado, necesitamos financiar el instrumento político  para sostener la independencia económica que nos permita la autonomía política. Si tenemos que financiar una campaña y vamos a pedir un préstamo a un banco, a un empresario o a una corporación, esos favores, después, se devuelven. No sólo en materia económica, sino a veces, con un proyecto de ordenanza o con una posición política determinada. Para nosotros esa es la peor forma de hacer política y por eso es que aclaramos cuáles son nuestros números y cuál es el presupuesto anual.”
-          Cambiando de tema, en los últimos meses, como bien decías antes, las cosas en el Tambo de la Resistencia estuvieron bastante ajetreadas pero muy pocos medios tocaron de manera adecuada el tema ¿Por qué crees que ocurrió esto?
-          “Hubo  dos momentos en términos que cobertura mediática con el conflicto del Tambo. Hubo un primer momento donde tocaron el tema todos los medios, absolutamente todos y de una manera muy interesada. Fundamentalmente medios como Rosario 3, Canal 3, La Capital tuvieron una visión excesivamente antojadiza y muy vinculada a la defensa de los abogados o de los entendidos propietarios de esas tierras. Cuando digo que lo tratan de una manera antojadiza digo clara y contundentemente que mintieron. Desinformaron. Nos pusieron a nosotros como desacatadores de un fallo judicial, como legisladores de nuestros propios intereses, éramos todo menos lindos, buenos y atléticos. Hubo una nota en La Capital donde nos tildaron de “hippie con OSDE”, decían que Alicia Kirchner nos daba un millón y medio de pesos por mes. ¡Imagínate la cantidad de cosas que se podrían hacer con un millón de pesos por mes! Fue una nota que escribió un chico de doce años. Realmente, está escrita con penalidad, con intencionalidad y con animosidad. Eso terminó por caer por su propio peso, por la legitimidad del origen de la lucha del Tambo. La gente entendió que la lucha no es el tambo en sí. El tambo si hay que correrlo siete hectáreas para arriba, para abajo, para la derecha, para la izquierda, no tenemos ningún inconveniente. Siempre que ese corrimiento del tambo implique la construcción de una escuela, la construcción de viviendas para las 200 familias que hoy están emplazadas en la zona y no en zona cero. Lo que creo que la gente terminó de entender en esta campaña ciudadana que hicimos es que el tambo, que son siete hectáreas, se encuentra en el centro neurálgico de otras cincuenta. El hecho de defender el tambo es el de defender a las doscientas familias que están emplazadas ahí, es defender que esas son las únicas tierras que le quedan a Rosario de esa magnitud para pensar cómo se planifica una ciudad y cómo se construye ciudad. Lo que empezó como la disputa por un tambo, terminó siendo una disputa por si a la ciudad la planifican cuatro ricos entre cuatro paredes o la planificamos entre todos y con una utilidad pública y con un criterio de justicia y de equidad. Esto quiere decir que las familias que viven ahí de manera precaria lo puedan hacer en condiciones dignas, que los emprendimientos productivos que hay en la zona puedan seguir funcionando, que pongan un establecimiento educativo, que pueda haber algún emprendimiento privado siempre en cuando no se segregue a la gente que hay ahí. Ahora bien, si en esas 50 hectáreas, donde hoy viven 200 familias, queremos hacer cuatro countries para que vivan veinte, nosotros nos vamos a oponer siempre.”
-          Para ir terminando, el Movimiento 26 de Junio, en el que vos sos un referente principal, abrió en el barrio Tablada un bachillerato popular y se ha dicho desde el movimiento que se busca una educación diferente a la tradicional ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué impacto tuvo en el barrio? Además, por lo que pude averiguar, el bachillerato no está reconocido por el Ministerio de Educación, ¿por qué ocurre esto?
-          “Es distinta la perspectiva pedagógica. Por ejemplo, no tenes un profesor, tenes parejas pedagógicas, es decir, una materia de un área la dan dos profesores. Los contenidos de esa materia, se dan siempre vinculándolos con lo que pasa en el barrio, con lo que al pibe le pasa todos los días. No es que se da Ciencias Naturales y se da el aparato digestivo así de buenas a primeras, sino que se trata de vincularlo siempre con algo que pasa en el contexto. Además, un establecimiento distinto porque el pibe, fundamentalmente, de barrio Tablada, aunque van de muchos otros barrios, no tiene que dejar de ser el pibe de Tablada. Es otro formato pedagógico completamente distinto y es un formato que, precisamente, no expulsa. Sino, que contiene a los pibes porque, además de la cuestión educativa y que se van con un título de educación secundaria finalizada, también se hacen de un grupo de amigos, también construyen identidad ahí adentro, se apropian de la escuela. Eso es lo más loco, sobretodo en un barrio como Tablada donde están tan estigmatizados los pibes con que “andan siempre a los tiros”, “que hay muertos”, “que hay bunkers”. Acá vos ves a los pibes, que capaz eran soldaditos hace dos años, agarrando una querencia tal con la escuela que te van a un sábado a pintarla con los profesores. Es otro proyecto pedagógico totalmente distinto que estamos luchando para que el Ministerio de Educación  de la Provincia de Santa Fe lo reconozca y lo oficialice.
  Después de muchísimas negociaciones nos hicieron una evaluación de nuestra curricula. Vinieron veedores del Ministerio para ver cómo dábamos las clases. Se fueron re conformes. Estaban re contentos. Pero, nos dijeron “No les vamos reconocer el bachillerato. Al chico que termine los tres años, que rinda bien todas las materias, le vamos a dar el título del EMPA más cercano”. O sea, los chicos que terminan en el bachi tienen su título pero del EMPA que queda cruzando Grandoli. Es una cuestión muy mezquina políticamente porque es, básicamente, no sólo no dar una victoria a Ciudad Futura,  sino no reconocer que por fuera del Estado se hacen escuelas y hasta incluso mejores, con más inclusión y con más criterio de contención de los chicos.”